No voy a generalizar, pero creo que diciembre además de la navidad, nos trae a todos la oportunidad de reflexionar acerca de lo que hemos logrado (y lo que no) durante el año y también, la posibilidad de fijar el rumbo de nuestras acciones en el próximo año.
En ese sentido, creo que es el mes más exigente para con uno mismo, pues en él se junta la presión material de adquirir y regalar los bienes más preciados a nuestro alcance y del otro lado, la exigencia de valorar nuestra vida en su aspecto más integral, teniendo la presión de reflexionar acerca de que adquirimos y que regalamos durante el año a quienes más queremos, más allá de los bienes materiales.
Junto con lo anterior, viene de manera automática nuestra mirada al futuro inmediato: el año nuevo. Una nueva oportunidad para pensar y repensar qué es importante para nosotros y qué queremos de la vida en todos sus aspectos. Es así que nos llenamos de pensamientos entusiastas y buenos deseos, que esconden nuestros más encendidos deseos y promesas de emprender la conquista de nuestros sueños en el año que viene.
Reconozco que como muchos, tengo mi corta lista de “pendientes”, que usualmente se repite todo el año. Y el análisis frío revela que está compuesta de 2 tipos de pendientes:
1. Aquellas cosas que quiero, pero a pesar de esforzarme e intentarlo, no logro obtenerlas.
2. Aquellas cosas que quiero y las cuales no sé si podré obtenerlas, pues nunca hago nada por conseguirlas.
En resumen, “fracasos” en el caso del punto 1, contra “procastinación” en el punto 2. Obviamente, no soy pesimista, tengo un nutrido punto 3, que son todas aquellas cosas que intenté y logré, como todos.
Y todo esto nos lleva al meollo del asunto: la forma segura de no lograr algo (salvo la gracia de Dios, fortuna o golpe de suerte) es no emprenderlo. Pero…¿qué significa emprender?
Significado de Emprender según la Real Academia Española.
Como vemos, tiene 4 significados, que en mi opinión, los veo así:
1. Empezar una obra que implica riesgos. O sea un reto, nada que sea “pan comido”.
2. Agarrársela con alguien o algo. O sea, revelarse con algún aspecto del status quo, luchar contra ello.
3. Encender el fuego. Encontrar la pasión por algo.
4. Confiar en que llegaremos al destino. Es decir, tener un objetivo y creer que lo lograremos.
En el 2010 voy a emprender solo 4 cosas nuevas…
1. Un gran reto…………………………………………………..
2. Una gran lucha……………………………………………….
3. Una gran pasión……………………………………………..
3. Un gran destino………………………………………………
Bueno, basta de “floro”. Como bien dicen los emprendedores, esto se trata de hacer, no de decir. O como decía mi padre, un gran emprendedor: “Haz primero, después hablamos”. Este blog es mi mudo testigo. Veremos de qué se llena mientras transcurre el 2010, en las etiquetas “gran reto”, “gran pasión”, “gran causa”, “gran destino”. Lo único que sé, es que no pienso quedarme un año más de brazos cruzados, viendo mi aburrida lista de pendientes de siempre.
Voy a hacer algo al respecto. ¿ Y tú?
Saludos,
Miguel Higa / Mis 7 vidas online
PD: este post fue inspirado por este excelente post de Pulso Social. Te lo recomiendo. Y desde ahora te voy deseando un 2010 lleno de acción!
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