PARA EMPEZAR BIEN EL DÍA…
1. Encontrar un estado personal óptimo para iniciar el proyecto
Respirar y contar hasta 10 para clarificar la mente. De nada sirve empezar el día confuso. Eso rige para cualquier asunto, aparato, pensamiento o acción que se requiera emprender con éxito. Si empezamos confusos el día, estaremos mermando considerablemente los resultados y el aprovechamiento de nuestros recursos y esfuerzo.
2. Anotar todos los pendientes al instante en un solo lugar
Una de las claves es anotar todo lo que tenemos que hacer en un solo lugar, para no olvidarnos. Para ello, existe Evernote, un gestor de notas online que puede ser utilizado en el celular y pcs. Esto nos permitirá concentrar en "un solo cajón" todos nuestros pendientes, algo súper importante para tener una visión panorámica del asunto. Ahora, si no se quiere usar la tecnología, pues bien viene un block de notas. Lo fundamental es que todos nuestros pendientes queden registrados en un solo lugar.
3. Definir y concentrarse en lo más importante y provocador
Sea el celular, una laptop o desktop (se recomienda el uso siempre de computadores con acceso a internet para contar con la plena operatividad de las herramientas off y online) lo primero que hay que hacer es ENFOCARSE EN LO IMPORTANTE. ¿Cómo vamos a definir esto? Pues lo intentaremos siguiendo las pautas de la técnica del GTD, muy bien explicada en el blog de ThinkWasabi. Lo importante es decidir de manera realista que vamos a hacer hoy.
4. Redefinir qué es lo importante por lo mucho 2 veces al día
Salvo que ocurran imprevistos, bastará con revisar la lista de cosas importantes un par de veces al día, ya que realizarlas nos tomará tiempo. Bajo el método GTD, consiste en revisar todos los pendientes y reclasificarlos según los acontecimientos de las horas anteriores. Se recomienda al inicio de la jornada matutina y luego la vespertina.
5. El foco debe ser siempre la acción efectiva, el resto es accesorio
Todo lo anterior no serviría de nada si no desemboca en acciones concretas que nos ayuden de la mejor forma a alcanzar nuestro objetivos. No nos olvidemos: planificamos para una más rápida y mejor ejecución. La estrella debe ser siempre la acción, no la planificación. Si algo que hacemos no nos conduce a la acción, pues mejor desecharlo, ya que nos estorba.
6. Al final del día, evaluar para mejorar.
Como todo, sin un eficiente sistema de evaluación y gestión de mejoras continuas, siempre estaremos en las mismas. La idea es tomarse al final de la jornada, cuando estemos tranquilos, 15 minutos para analizar que hicimos bien y que mal. Esto nos permitirá arrancar con nuevos bríos el día siguiente!
7. Elección del mix de herramientas, aparato(s) y software(s)
Entendamos como herramientas todo aquello que necesitamos para desarrollar las acciones que nos permitan alcanzar el objetivo propuesto. Esto incluye por ejemplo, el dinero, un auto, comida, un amuleto, música y cualquier cosa que consideremos que es necesario y contribuya.
Sentir primero el feeling y elegir con cuidado el aparato a utilizar. Esto puede redundar en optimización de tiempos y procesos, según el lugar y las circunstancias en el cual nos encontramos. Hay que considerar que hoy en día los aparatos son tal vez nuestros mejores asistentes personales. Si uno sabe elegirlos y guiarlos adecuadamente, nos brindarán siempre los mejores resultados. No hay que perder de vista el uso combinado de los aparatos, que pueden potenciar la productividad.
El aparato elegido de por sí nos condiciona el uso del software, según sus ventajas y limitaciones. La idea es siempre elegir el que más nos convenga según las acciones que pretendemos realizar.
En resumen, antes de emprender un proyecto o acción compleja, es indispensable tomarse 3 minutos para definir nuestro mix de recursos a utilizar y tenerlos todos a la mano en lo posible, para así poder concentrarnos en la ejecución de la acción al máximo luego.
8. Las tareas, los recursos, la mejor predisposición
Si hemos hecho bien nuestra tarea según los puntos anteriores, ya estamos listos para entrar en acción y concentrarnos por lo menos media jornada sin interrupciones. Ahora hay que poner el piloto automático y avanzar sin descanso hasta finalizar las tareas propuestas. Es la hora de meternos presión nosotros mismos!
Saludos,
Miguel Higa / Mis 7 Vidas Online
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